CIRCO



El sábado pasado nos fuimos al circo.

Haciendo memoria, creo que hace más de 35 años que no iba al circo. Claro que, no era un circo cualquiera era el famoso y afamado Cirque-du-Soleil.

Su espectáculo esta vez se llama VAREKAI que, según dicen por ahí, significa "dondequieras" en lengua Romaní.

Antes de nada decir, que es un espectáculo de circo de los de toda la vida despojado de los aspectos mas tristes y siniestros del mismo. No tiene animales y no se ríen del diferente, no tiene pistas de tierra ni tu olfato es atacado por el fuerte hedor de los orines. Así nos encontramos, con acróbatas, saltimbanquis, trapecistas, payasos, malabaristas todos ellos arropados con una puesta en escena, un vestuario y una escenografía propias de la Opera.

La representación comienza con lo que claramente es una puesta en escena del "sueño de una noche de verano". En ese ambiente pagano y hedonista, cae un Angel ¿Un angel caído a la inversa, que en lugar de traer el pecado, redime? . Y aquí comienza propiamente la función, que tiene como puntos álgidos, la actuación de las trapecistas, los saltimbanquis y la contorsionista. Las partes mas flojas son los la parte que asemeja el fondo del mar- aparte del viaje de lo "pagano" a lo "cristiano" conceptualmente esta dividido en los cuatro elementos, tierra, aire, agua y fuego - y los malabaristas con cuerdas. El punto y final es un final feliz a lo Walt Disney entre el Angel y la contorsionista. Mención aparte merece la música. Música que es interpretada en directo por una pequeña orquesta, que al final cosecho tantos aplausos como el resto de artistas.

Un buen entretenimiento aunque caro y mas aún si tienes la mala suerte que en algún momento se interponga en tu línea de visión de la pista del circo una de las columnas que sujetan la carpa.

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