PLACERES SECRETOS

Siempre es un placer descubrir pequeños placeres secretos. Pequeños ya que para mucha gente no pasan de ser tonterías o perdidas de tiempo, placeres porque hacen nuestra existencia mas grata y apacible y secretos por desconocidos e ignorados pero no solo para los demás también para nosotros mismos.

Este es el caso del libro que acabo de terminar. Estaba ojeando libros distraídamente sin ningún objetivo en particular, cuando anónimo, lo vi entre otro montón de libros, al principio me llamo la atención su portada y titulo. En esas estaba cuando me fue recomendado por el librero con la siguiente frase “Es una autentica delicia”. Reconozco que nunca me habían vendido un libro con semejante consejo. Eche un vistazo al argumento y me gusto, lo ojee mas a fondo, y supe que lo compraría.

Cuando llegue a casa, lo deje junto al resto de libros por leer, para cuando llegase su turno, pero quizás influido por el consejo de vendedor o por que se yo, nada mas terminar el libro que tenia entre manos comencé a leerlo.

Es un libro pequeño de 136 páginas, dividas en 47 capítulos numerados con números romanos. Cada capitulo se compone como mucho de 3 paginas, aunque la mayoría solo es una pagina de una sola cara.

El libro nos cuenta de una forma realmente magistral la vida de Meaume, un grabador en negro que debe huir joven de su ciudad por un asunto de celos. Acaba en Roma, donde crecen su cólera y frustración interior a la par que depura su arte, hasta llegar al más alto virtuosismo en el mismo y donde encontrará su muerte. En todo momento el autor, nos lleva por los diversos episodios que jalonan la vida y viajes de Meaume, a través de la Europa del siglo XVII con una mezcla de costumbrismo, filosofía, saber y belleza.

El autor, y con esto denoto mi total falta de cultura, era para mi el hasta entonces totalmente desconocido francés. Pascal Quignard, quien a la postre resulto uno de los autores franceses mas iconoclastas e importantes de la segunda mitad del siglo pasado.

Como dije al principio un pequeño placer secreto, desde aquí gracias al librero que me lo recomendo, gracias, amigo, tenías razón