DIFERENCIAS
Desde que el naturalista sueco Linneo creo la taxonomía para clasificar la vida que nos rodea y aún mas desde que Darwin, curiosamente el nombre de pila de ambos es Carlos, puso las bases de la teoría de la evolución de las especies, el principal objetivo del ser humano ha sido intentar encontrar ese rasgo distintivo que nos haga únicos, que nos devuelva a donde por imperativo divino nos corresponde. Esto es, el centro de la creación y por ende del universo.
Así, según la ciencia nos iba poniendo poco a poco en nuestro lugar, fuimos buscando elementos que nos diferenciasen de las bestias, primero materiales como la construcción de herramientas o la transmisión de conocimientos, y cuando la misma ciencia descubrió que había animales que también hacían esas mismas tareas nos volcamos en tareas mas simbólicas y por ello inequívocamente humanas. Así el cuidado de viejos y enfermos, el habla o la risa o el recuerdo de los difuntos fueron nuestros primeros mitos en caer, luego la maldita ciencia descubrió que tampoco la envidia, la ira o el mentir eran atributos inequívocamente humanos. Y en esas estamos perdiendo poco a poco la batalla contra nuestra unicidad y “diferenciadad” valga el palabro.
Bajo mi punto de vista, todo este planteamiento esta errado. Lo que nos hace totalmente diferentes y únicos es nuestra desbordada pasión por las fechas y efemérides junto con las celebraciones ligadas a ella. Siempre es el cumpleaños de alguien, el aniversario de algo o celebramos el descubrimiento de esto o el fin de aquello. Realmente los humanos no somos nadie si no tenemos un calendario delante, si no dividimos nuestra vida en años, en meses y contra mas pequeño sea el periodo de tiempo mas importante es para nosotros. Curioso que apuramos hasta el ultimo segundo para celebrar acontecimientos acaecidos años, cuando no siglos o milenios atrás. Nos morimos por tener fechas que celebrar aunque el significado de la celebración sea confuso o se haya perdido.
Así, según la ciencia nos iba poniendo poco a poco en nuestro lugar, fuimos buscando elementos que nos diferenciasen de las bestias, primero materiales como la construcción de herramientas o la transmisión de conocimientos, y cuando la misma ciencia descubrió que había animales que también hacían esas mismas tareas nos volcamos en tareas mas simbólicas y por ello inequívocamente humanas. Así el cuidado de viejos y enfermos, el habla o la risa o el recuerdo de los difuntos fueron nuestros primeros mitos en caer, luego la maldita ciencia descubrió que tampoco la envidia, la ira o el mentir eran atributos inequívocamente humanos. Y en esas estamos perdiendo poco a poco la batalla contra nuestra unicidad y “diferenciadad” valga el palabro.
Bajo mi punto de vista, todo este planteamiento esta errado. Lo que nos hace totalmente diferentes y únicos es nuestra desbordada pasión por las fechas y efemérides junto con las celebraciones ligadas a ella. Siempre es el cumpleaños de alguien, el aniversario de algo o celebramos el descubrimiento de esto o el fin de aquello. Realmente los humanos no somos nadie si no tenemos un calendario delante, si no dividimos nuestra vida en años, en meses y contra mas pequeño sea el periodo de tiempo mas importante es para nosotros. Curioso que apuramos hasta el ultimo segundo para celebrar acontecimientos acaecidos años, cuando no siglos o milenios atrás. Nos morimos por tener fechas que celebrar aunque el significado de la celebración sea confuso o se haya perdido.
Realmente es una pasión insana ya que nos impide disfrutar del momento, del instante que surge de improviso, pues al no estar planificado o indicado somos incapaces de apreciarlo y por consiguiente de aprovecharlo. Nos gustan las fechas pero somos incapaces de formar nuestro propio calendario. Es por ello que uno de los momentos mas subversivos que recuerdo esta en “Alicia en el país de las maravillas” cuando Alicia llega a la fiesta del sombrero y sus locos amigos, que esta celebrando uno de sus 364 no cumpleaños y su libertad para disfrutar y celebrar lo que quiere cuando quiere hacerlo.
P.D Sigo sin recibir muchas respuestas a las fotos del concurso. Bien una pista es una pequeña “ciudad” española
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