IDEAS

Imagino que no soy el único a que le pasa. Que será incluso de lo mas normal y no solo entre la gente que escribe estos blog. ¿No os ocurre que hay días que tenéis un montón de cosas que contar aquí?, que vuestro cerebro bulle con comentarios, ideas, reflexiones que pugnan todas por salir, que se cruzan, que durante un momento caminan juntas, que divergen para mezclarse con otra tercera, que dan forma a una cuarta que nace, crece y antes aun de madurar muere o se independiza y se queda en el fondo del cerebro pululando por allí.

Bueno pues ayer fue un día de esos, llevaba un par de días con un par de ideas, más bien bosquejos o perfiles que rondaban por mi cerebro y no sabia muy bien como darles forma. No terminaba de concretar, como hacer que se materializasen en un pensamiento mas o menos ordenado y conciso, aunque claro dada mi tendencia a la dispersión eso es mas bien difícil.

Ayer al ver un reportaje sobre diamantes y las guerras por ellos provocadas, empecé pensando en escribir sobre la inhumanidad de los humanos, de cómo somos capaces de las acciones mas bajas y mas viles, de cómo cuando nos dejamos guiar por los instintos, aunque intentemos darle un barniz intelectual a base de un discurso mas o menos construido, nos sale de lo mas profundo de nuestro ser lo que realmente somos, el depredador mas terrible y cruel que ha habitado este planeta, y el asco que personalmente siento en esas ocasiones. Pero luego, leyendo el periódico y viendo como esta el patio, de cómo la corrupción no solo no es atajada si no que campa a lo ancho y largo del país, sin que a nadie parezca preocuparle ocupados los partidos en ver la paja del ojo ajeno y en el tu más, de cómo en la comunidad donde vivo si no eres espiado no eres nadie y montan un teatrillo infantil para escenificar que investigan, o como el “molt honorable president” pasándose la ley por el arco del triunfo, considera que el y solo el esta capacitado para decir que informes se dan a la oposición y cual no, como si fuera el propietario de la información. En ese momento me sentí hastiado de vivir en este país y de la clase política que nos dirige. Para terminar de redondear la jornada una tercera chispa de ¿ingenio? saltó en mi cerebro queriéndose hacer un hueco, ya que no pude sentir mas que indignación e incredulidad, al oír las palabras del que irónicamente se hace llamar Santo Padre cargando contra el uso del preservativo para prevenir el sida, y lo hace en el continente mas castigado por la enfermedad y aún se atreven a decir que hablan desde el amor al prójimo, y que sufren con los que sufren.

Dejando reposar esas ideas lo que veo que las une y es por ello que se arrejuntaban en mi cerebro pisándose unas a otras, es que todas ellas provocan en mi un sentimiento de profunda vergüenza, un sentimiento de incomprensión ante lo que considero atropellos fundamentales de las personas y sus derechos, o a lo peor es que el equivocado soy yo.

Seguramente sera esto ultimo.