POBREZA

Ayer hablando con una amiga surgió el tema de la pobreza. Pero no de la pobreza de no poder ir de vacaciones al caribe, no poder ir a restaurantes todos los fines de semana, o no poder usar la tarjeta de crédito porque estamos pelados. Si no de la pobreza de los que de verdad no tienen nada, de los que viven con 1 dólar al día, ¿lo podemos imaginar? Vivir con menos de lo que cuesta un café. Hacer únicamente una comida al día no por motivos estéticos, es que no hay mas, y llamar comida a un agua con unas verduras es ser generoso. Vivir hacinados en una ¿casa? sin agua, sin luz, con el suelo de barro, y compartiendo espacio con los cerdos y las gallinas sin ningún tipo de intimidad. Pobreza que hace que los niños no sueñen con la play o la wii, ni siquiera con una muñeca, ya que su diversión es jugar en un charco hediondo que comparten con una piara de cerdos.

Es difícil desde nuestra opulenta sociedad hacernos idea de las carencias en las que viven la inmensa mayoría de la humanidad, no somos conscientes de la suerte que tenemos al abrir el grifo y que salga agua fresca y cristalina, o que si nos resfriamos nos atiendan en el centro de salud de nuestro barrio. Es difícil concebir que hay gente que le toma 3 días andando, llegar a su centro de salud, cuatro paredes y un ATS, para que le digan que no tienen ni un mísero analgésico. Es difícil hacernos la idea de que la gente muere de diarrea porque los pozos de agua de los que beben están contaminados por sus propios detritus, ya que no existe un sistema de aguas residuales.

Para nosotros, que guardamos nuestras basuras en bolsas aromatizadas, y luego las llevamos a reciclar, nos es imposible imaginarnos viviendo en medio de un basurero, si , si nuestro hogar esta allí en medio de una montaña de basura y todos los días salimos a escarbar en nuestro jardín para ganarnos la vida.

Como dice el replicante nexus-6 he visto cosas que no crearíais. He visto niños pelearse por un simple lápiz, he visto como a una niña se le iluminaban los ojos al recibir 3 € ya que eso era mas de lo que ganaba su padre en toda la semana, niños que no van al colegio porque deben ayudar en casa y el cole es un gasto que la familia no puede permitirse. Familias cuyo único alimento consiste en un plato de chuños – patatas minúsculas congeladas- al día, y que solo salen de su dieta básica con motivo de algún festejo muy especial. Comunidades enteres embrutecidas por el hambre de generaciones, donde los niños nacen ya con deficiencias y enfermedades de todo tipo por que la madre es una mujer famélica y no le pudo aportar los nutrientes básicos al feto.

Si a todo el mundo con un mínimo de cabeza, nos ha parecido obscena la cantidad pagada por el Madrid por CR, y soy merengue a muerte, por que no levantamos un dedo cuando oímos la cantidad de dinero que el estado se gasta en tonterías. Tan importante es que el parque móvil del estado, por poner un ejemplo, se renueve cada 4 años y siempre con coches de lujo. O que se den subvenciones a diestro y siniestro solo por afinidad política o familiar más allá de los meritos de los subvencionados. O que se gasten millones de euros en proyectos sin sentido simplemente para no perder esa cantidad de dinero en los años venideros.

Y claro eso sin entrar en nuestro comportamiento personal, que no estoy hablando de que un día nos demos un homenaje, que no eso. Es por ejemplo algo tan simple como rechazar las bolsas del super cuando pasamos por caja y llevar nuestras propias bolsas desde casa o intentar comprar siempre las frutas y verduras frescas y no esas que ya vienen envasadas en bonitas bandejas

En nuestra mano esta luchar contra ese crimen que es la pobreza, animo.


Comentarios

charada2 ha dicho que…
Seguramente no tomamos conciencia porque no vemos y es mucho más fácil no mirar. Ahora bien, estoy segura de que también esa amiga te dijo que es muy duro ver lo que tú has visto, porque nosotros no hemos hecho nada para que nos haya tocado esta loteria de vivir aquí y por tanto, es muy complejo si tienes un mínimo corazón seguir adelante si eres espectador de esa miseria.

Yo personalmente no soy capaz de mirar, porque si lo hago mi capacidad de empatía me haría colocarme un hábito blanco y acabar repartiendo panes y quedarme yo sin ellos, de eso estate seguro.

Pero no bajo los brazos, como nunca lo he hecho, y seguiré haciendo lo poco que yo puedo hacer por ello.

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