MADRID VI

Hoy, vamos a andar por una de los paseos mas típicos de Madrid, concretamente recorreremos la Gran Vía de Madrid.

Para ello empezaremos desde la plaza de Cibeles y dejándola a nuestra espalda empezaremos a andar por la calle Alcalá, Al comienzo de nuestro paseo, veremos a nuestra derecha los jardines del Cuartel General del Ejercito donde se dice que existe un bunquer a pruebas de impactos nucleares y a la izquierda el palacio de Alcañices, que perteneció al duque de Sesto y que actualmente es la sede del Banco de España. En sus cámaras subterráneas acorazadas, e inundadles en caso de robo, se guarda el oro y las reservas de divisas del Reino de España. Este palacio que comenzó a construirse en 1884, realmente no fue terminado hasta el añ0 2006 donde se remato la última ampliación. El edificio del banco de España es visitable, y es actualmente el único lugar donde aún se pueden cambiar las antiguas pesetas por Euros

Pared con pared al CGE, se encuentra la actual sede del Instituto Cervantes, antiguo palacete donde se ubicaba el Banco Español del río de la plata y el Banco Central, que es el encargado de difundir la lengua y la cultura hispana por esos mundos de Dios. Donde siempre es posible encontrar alguna exposición a actividad, la última es una exposición de carteles, grafismos y revistas mexicanas desde el año 1910 hasta el 1939. Me gusto y es perceptible a través de los carteles y los libros y revistas como la revolución mexicana fue secuestrada y adormecida por el PRI.

Justo al otro lado de la calle de este edificio, se encuentra el Blanquerna centre cultural, verdadero epicentro de la cultura catalana en Madrid con una impresionante librería y un pequeño teatro. Pero si a cultura nos referimos solo tenemos que cruzar la calle y nos encontraremos con el Círculo de Bellas Artes. Exposiciones de todo tipo, presentaciones musicales, obras de teatro, cursos. Todo es posible en el Círculo. Desde su afamado baile de mascaras en Carnaval, hasta subir a su azotea donde la estatua de Palas Atenea, nos brinda una de las mejores vistas del centro de Madrid.

Y justo enfrente del café del círculo, nos encontramos con el nacimiento de la Gran Vía. Pese a que solo tienes unos 1500 metros de longitud, esta calle marca todo el centro madrileño. Es una calle reciente ya inicio su construcción en 1910 aunque el proyecto trata de mediados del siglo XIX y se termino en 1919 su propósito era abrir una nueva vía que uniese el norte con el sur de la ciudad y para su construcción fue necesario tirar abajo, varios bloques de casas y la desaparición de varias calles. Lo que hoy es la manzana que ocupa el edificio Metropolis, una de las mejores fotos nocturnas de Madrid que conozco, era antiguamente un barrio lleno de lupanares, burdeles y tascas.

La Gran Vía, puede ser dividida en tres tramos, el primero que va de su nacimiento hasta la Red de San Luis, es la zona más señorial, con algunas tiendas de lujo aunque ahora esta un poco en decadencia y tiene como punto mas representativo el ábside del Oratorio de Caballero de Gracia. Igualmente famosos son el Museo Chicote, quizás una de las coctelerías más famosas del mundo y que posee una de las mayores colecciones del mundo en botellas y bebidas. Desde Ava Gadner, Sofía Loren, Ernest Hemingway, hasta Almodóvar todo el mundo ha pasado por sus salones. Pero como decimos la Red de san Luis, marca una pequeña frontera en esta calle. Antiguamente existía aquí un pequeño templete que daba acceso al metro, actualmente se ha trasformado en una plaza peatonal desde donde podemos observar a gran parte de la “flora y fauna” Madrileña.

El segundo trayecto es el que discurre desde la Red de San Luis hasta la plaza del Callao. Aquí el primer hito arquitectónico, es el edificio de la Telefónica. Este edificio fue construido a finales de los años 20 del siglo XX y fue el primer rascacielos como tal que se construyo en Europa. Igualmente y hasta 1953 tuvo el honor de ser considerado el edificio mas alto de Madrid con sus 89 metros.

Avanzando por este tramo, encontramos multitud de tiendas y comercios. Muchos de ellos están en el mismo sitio y son regentados por la misma familia desde que abrieron sus puertas en los años 20 y 30 del pasado siglo. Muchos otros, mayoritariamente los cines, han sucumbido a la especulación inmobiliaria y ahora son sedes de cadenas de moda juvenil, y hacen que la calle este siempre llena de adolescentes y no tan adolescentes en busca del último capricho en moda. Otro punto importante en la Gran Vía, es la Casa del Libro, edifico propiedad de la editorial Espasa-Calpe y verdadero paraíso de los lectores. 8 plantas llenas de libros, desde el último en informática, hasta la novela de moda. También lógicamente la administración de loterías de Doña Manolita donde los días previos a la celebración del sorteo de navidad, se forman colas de 4 y 5 horas para conseguir un décimo de lotería Pero si hay algo que llama la atención en este tramo de calle, no es un edificio sino dos personas. Dos de esas personas que dotan a la Gran vía de su personalidad. Me estoy refiriendo a los famosos heavys de la Gran vía. Justo al comienzo de este tramo y nada mas pasar el edificio que alberga a una famosa cadena de Hamburguesas, se hallaba uno de los templos donde comprar música en Madrid, era Madrid Rock, hoy sede de una tienda de moda. Justo aquí se encuentran dos hermanos. Jose y Emilio que en protesta por el cierre de la casa de discos han hecho de este pequeño tramo su casa. Si pasas y no les ves, es que algo extraño ocurre, ya que ellos siempre están allí, vestidos con sus cazadoras y cadenas. Solo se van de aquí para dormir. Allí charlan con sus amigos, con sus visitantes, exponen su filosofía de vida y se fotografían con todo aquel que se lo pide y llevan allí desde 2005 y son ya toda una institución en Madrid.

La plaza del Callao, llamada si en honor del combate por el callao en la guerra contra el Perú de 1864 es la zona con mas ajetreo de la ya de por si ajetreada calle, sus edificios, como el Palacio de la prensa, el edificio Carrión o el que actualmente alberga a la FNAC, han salido en cientos de películas, y al igual que el cartel luminoso de una conocida bebida refrescante son iconos de la ciudad y aquí comienza el ultimo tramo de la Gran Vía. La que lleva desde Callao hasta la plaza de España. Hoteles, Teatros, Cines y restaurantes ocupan nuestra visión allí donde miremos. No es raro al andar por la calle encontrase un estreno cinematográfico y poder observar y fotografiar a directores, actrices y actores. Al llegar a la plaza de España nos encontraremos con el Edificio España que con 117 le arrebato al edificio de Telefónica el honor de ser el edificio más alto de Madrid y su vecina la Torre de Madrid y que fue en su momento el rascacielos más alto de Europa con 153 metros de altura. Actualmente ambos edificios están vacíos y en fase de rehabilitación. Desde aquí y cruzando la plaza de España, no sin antes detenernos en la estatua dedicada a Don Miguel de Cervantes y a sus hijos Don quijote y Sancho Panza, y cruzando la calle de Pintor Rosales, llegaremos al parque del Oeste y a uno de los secretos mejor guardados de Madrid. El templo de Debod. Un pequeño templo egipcio, del siglo III o IV antes de Cristo y que fue regalado al gobierno español por el egipcio en agradecimiento a su colaboración en la misión que la UNESCO puso en marcha en 1968 para salvar los templos de Abu Simbel y que estaban en peligro de quedar bajo las aguas, al inaugurarse la presa de Asuan que regulaba el flujo del Nilo.

Pero no podemos decir que hemos visto la Gran Vía si no hemos caminado por ella, de madrugada. Es una calle que nunca duerme. Trasnochadores en busca de algún lugar abierto para tomarse la ultima copa, prostitutas en busca de clientes, vendedores chinos de bebidas, juerguistas, despedidas de soltero o soltera, grupos de amigos en busca de un kebab para comer algo, turistas despistados, jóvenes esperando el popular Búho – las líneas nocturnas de autobuses- dan a la gran vía un toque muy especial y dinámico.

Decir por ultimo que gran parte de la belleza de la Gran Vía, esta en sus terrazas y azoteas llenas de templetes y estatuas, así es una calle que debe ser mirada de arriba abajo y nunca mejor dicho