MUSEOS

Lo reconozco, me gusta visitar museos, creo sinceramente que para una persona curiosa como soy, son una inagotable fuente de sorpresas. Y siempre que puedo, y tengo tiempo, esto último es importante ya que si no tengo mucho tiempo prefiero realizar otras actividades, intento visitar algún museo de los que me ofrece la ciudad que visito.

He aquí algunos retazos de museos o casa/museos

No se si lo he comentado aquí pero una de mis ciudades preferidas es Estambul, me fascino desde que aterrice en el aeropuerto, sus gentes, sus olores, su sincretismo de dos mundos, su vitalidad, sus edificios. Entre ellos se encuentra el palacio de Topkapi, antigua residencia del Sultán, hoy es un museo que te permite pasear por las zonas nobles del palacio, como las habitaciones del sultán, y sus impresionantes vistas sobre el bósforo, la sala del trono, el serrallo, donde se encontraban las mujeres mas hermosas del imperio otomano, y también por las cocinas. En el recinto, parte de pasear por los jardines, puedes contemplar desde finísimas porcelanas chinas y dagas con damasquinados que parecen imposibles hasta el ajuar real del último sultán.


El barrio italiano en Boston, esta en una colina, subiendo a la izquierda se encuadra la casa de Paul Revere ¿de quien? Seguramente os preguntaréis. Os confiese que yo tampoco sabia quien era este personaje, pero resulto ser uno de los héroes de la independencia y que con sus toques de campana y luego recorriendo la campiña, aviso de la llegada de los temidos y odiados casacas rojas. Ya que estábamos allí, y teníamos todo el tiempo del mundo, decidimos entrar. Pagamos una pasta, fácil 5 dólares cada uno y nada mas cruzar el umbral de la vivienda supimos que nos habían timado, lo que veíamos allí no merecía ese precio, una mesa y unas sillas de madera, algo de loza en un aparador, todo autentico y traído de otros lugares para hacer la reconstrucción, en la planta de arriba dos habitaciones mas, la del matrimonio Revere con su cama, su baúl, un vestido de la señora Revere y el cuarto de los crios, saliendo en el patio el retrete. No dudo que para un visitante estadounidense, todo este cargado de emoción y simbolismo pero a mi me pareció una estafa.

Lambayeque al norte del Perú, es la capital del departamento del mismo nombre y es una ciudad pequeña y bastante anodina con casi nada de interés sino fuera por su increíblemente sabroso y riquísimo seco de cabrito, por tener el balcón de madera mas grande de toda América latina y por dos de los museos más importantes del Perú. Uno es el museo Brünning, llamado así en honor del investigador alemán, que se ocupo de descubrir y poner en el mapa a la cultura Lambayeque y otro mucho más moderno y funcional, es el Museo de las tumbas reales de Sipan. Entrar en este museo, es retroceder en el tiempo, es contemplar las momias del señor de Sipan y su sequito, la del sacerdote, la del viejo señor de Sipan, también las de mujeres que fueron enterrados junto con este gobernante. Es difícil explicar la admiración que despierta ver ls narigueras finamente labradas en oro, los pectorales hechos de spongirus un molusco que para las culturas prehispanicas tenia mas valor que el oro, los pendientes y collares, los tocados de plumas multicolores, los brazaletes con formas de animales, las armas. Todo en el ajuar funerario da una idea, del poder y la riqueza que alcanzo este soberano en vida. Recuerdo vivamente la impresión que me causo un collar, que representaba unas arañas, unidas por finísimos filamentos todo ello de oro. Simplemente en esos casos solo te queda admirar y reconocer el altísimo grado de civilización y sofisticación que alcanzó esta cultura

Por motivos que no vienen al caso, durante una época, Helsinki era la ciudad que más veces había visitado. Una tarde, estábamos en el puerto y decidimos ir a ver el único monumento patrimonio de la humanidad que pertenece a Finlandia. Se trata de una fortaleza sueca del siglo XVII y se encuentra en unas islas cercanas a Helsinki. Tras pasear por la fortaleza, ver sus fortificaciones, fuertes y contrafuertes, ver sus cañones, decidimos dar una vuelta por el cercano pueblecito. Imaginad un pueblo finlandés. Pues exactamente era así, casitas de madera y pintadas de vivos colores, visillos finamente trabajados en las ventanas. Una de las casas era un museo del juguete. Sus dueños, habían habilitados dos habitaciones de su casa para exponer los cientos de juguetes que habían atesorado durante años. Había juguetes que fácilmente reconocíamos, un aro, una peonza, un coche de cuerda, otro de pedales, muñecas, y los típicos cacharritos para jugar a las cocinitas, otros eran mas extraños y lejanos, tenían juguetes de África, de Asia. Salimos y seguimos recorriendo el pequeño pueblo, mucho mas satisfechos de la visita al pequeño museo que a la fortaleza.

Tras unas horas de viaje, nuestro tren entra en la estación de pensilvana en Nueva York.
La ciudad nos recibe con el diluvio universal. Nos registramos en el hotel. Al salir sigue diluviando, los coches levantan cortinas de aguas al pisar los charcos, y las aceras son un rio de agua. Decidimos ir a algún sitio protegido, ya que no apetece nada ir a visitar algo al aire libre. Nos decidimos por el famoso Mueso de Arte Moderno de Nueva York. Sin duda uno de los museos de arte moderno más importantes del mundo. Una vez dentro, La entrada era cara, creo recordar que 12 dólares por persona la mas barata nos dan las típicas bolsitas para meter nuestro paraguas y no llenar de agua todo el museo empezamos nuestra visita. Mondrian quizás uno de mis artistas preferidos, Kahndisky, Van Gogh, las Señoritas de Avignon de Picasso, Salvador Dali, Pollock, Warhol o Edgard Hopper, cualquier nombre que os venga a la mente, tiene su representación, y en casi todos los casos no se trata de obras menores sino de autenticas obras de arte, sus salas son la mejor muestra del arte del siglo XX que pueda verse. Descubro que el museo no solo tiene pintura, sino que tiene salas, secciones enteras del edificio, dedicadas, al diseño industrial, a la fotografía. Al salir, después de estar todo el día recorriendo el museo, sigue diluviando en la ciudad.

Quizás el museo mas extraño, bizarro o raro que haya visto lo encontramos en la Capadocia turca, Habíamos visitado sus famosas ciudades subterráneas y estábamos paseando por Göreme, tranquilamente, cuando lo encontramos. El amable turco, nos invito a entrar, más a ellas que a nosotros todo hay que decirlo. Era gratis, solo había que dar la voluntad a la salida. Al principio no comprendíamos bien lo que estábamos viendo, pero luego no pudimos mas que reírnos, lo que llenaba las paredes de las cuevas, desde el techo hasta el suelo, eran cientos y cientos de cabellos humanos, de mechones de pelo lacios, o rizados, largos o cortos, rubios, morenos o castaños, allí estaba el mayor muestrario de pelos que hubiésemos visto en nuestra vida. Era como estar en la habitación con el Anníbal Lector de las cabelleras. Antes de salir, y armado de unas tijeras, el turco corto un mechón a nuestras acompañantes, y acto seguido en nuestra presencia pasaron a formar parte de su colección. Impresionante.

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