TIRAR DE LA MANTA




Fue ayer cuando me entere del origen de la frase “Tirar de la manta” y en cuanto contaron su origen y su significado primigenio supe que lo iba a colgar en el blog. Ya sabéis que no tengo secretos para vosotros y que entre las intenciones originales de este blog esta l de entretener e instruir cosas que creo no consigo casi nunca, pero mi optimismo hace que no ceje en el empeño jajajaj y os siga castigando con estas entradas.


No creo que ninguno de vosotros tenga problemas en saber el significado actual de la frase. Es una frase que se utiliza como amenaza velada para destapar irregularidades, chanchullos, trapos sucios o cadáveres en el armario de la persona a la que se la soltamos, pero para conocer su origen debemos remontarnos unos cuantos siglos en el tiempo.

Todos tenemos clara la imagen que se produjo poco después de que los Reyes Católicos conquistasen el reino de Granada y eliminado así el último reino musulmán que quedaba en España diesen fin de esta forma a la reconquista. Es la imagen del derrotado rey Boabdil que al partir hacia el exilio y volverse para ver por ultima vez su castillo - la Alhambra - y al ver el tamaño de su perdida no pudo reprimir el llanto, ni la famosa frase de su madre que al ver las lagrimas de su hijo le espeto “Llora como una mujer lo que no has sabido defender como un hombre”. Aquí entre nos, con madres como esa para que quería el rey enemigos. El Rey y su sequito cruzaron a lo que hoy es Marruecos y se perdieron en la noche de la historia.

Pero muchos de sus súbditos se quedaron en España, en su hogar, confiando en las promesas de sus Católicas Majestades que habían jurado respetar sus tradiciones, costumbres y religión. Quizás los Reyes hicieron este juramente de buena fe, quizás, pero no sus descendientes y así en tiempos de Felipe II se decidió expulsar a los moriscos que así eran conocidos los musulmanes que se quedaron en España. No se las razones de tan poderoso Señor. No se quién le convenció de que tener súbditos musulmanes no era un buen negocio y menos en una zona tan cercana a África como son las Alpujarras granadinas, y menos teniendo que vérselas España fieramente contra el turco como son las Alpujarras granadinas. Igual fueron esas las razones, o a lo mejor fueron otras, pero los moriscos fueron obligados a convertirse al cristianismo o abandonar España. Los Moriscos tomaron las armas y durante unos años lucharon contra las tropas del rey, pero al final claudicaron. Así los que decidieron abrazar el cristianismo fueron distribuidos por pueblos y ciudades de España y los irreductibles obligados al exilio.

Como digo, los que decidieron abrazar la fe católica, fueron dispersados por pueblos y ciudades de España y obligados a bautizarse. Así en iglesias, conventos, capillas y ermitas se bautizaron a miles de personas y para llevar un registro exacto se escribió en mantas, que no eran sino grandes lienzos, el nuevo nombre cristiano adoptado junto al antiguo nombre árabe. Esto debía ser secreto y no conocido por nadie pero no era así. De esta forma cuando querían obligar a alguno de estas personas a cometer algún acto, se les decía como una forma de doblegar su voluntad, el que si no se sometían se verían obligados a tirar de la manta y descubrir de esta forma sus orígenes. Y en esa España de pureza de sangre y católicos viejos eso era casi como una sentencia de muerte. Así que de esta forma la expresión empezó a tomar cuerpo entre nuestra habla.

Gracias M. por el dato.

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