FIN DE SEMANA
Pues ha sido un finde que
finalmente no ha estado del todo mal. Un finde que a veces, ha estado muy cerca de caer en el hastió y el
aburrimiento, pero que siempre un golpe de timón ha conseguido evitar quedase
encallado en la rutina.
Empezó el viernes, cuando fuimos
a la aavv del barrio de San Pascual para asistir a la proyección del último
documental del ciclo que ha montado A.
La película se llama “vida en Gaza” y con ese título solo puede ir sobre un
tema. Efectivamente, el documental producido por canal + España nos cuenta cómo
ha cambiado la vida de unos niños después de la última invasión israelí de la franja. En el vemos como ha
cambiado la v ida de estos niños y
niñas, que han perdido sus hogares, o a sus padres, o a sus hermanos o todo a
la vez. Es un documental duro, con escenas conmovedoras, pero que algunas veces
cae en un populismo y ñoñería facilonas, buscando la lágrima fácil y la
indignación del público. Como si esto hiciese falta. Tampoco ayudó que las
personas que después tenían que amenizar y dinamizar el debate, militantes de la causa palestina, confundiesen
los términos he hiciesen un monologo y que en ningún momento, abandonasen el
tono pontificio y aleccionador , sin olvidar que no hacían más que repetir los términos
BDS, que estoy seguro si haces una encuesta entra las personas allí reunidas,
la mitad pensaría que es un equipo de futbol y la otra mitad alguna parafília
sexual, cuando son las siglas de Boicot, Desinversión, Sanciones para Israel y
productos fabricados allí.
Después del documental y en compañía de J. del que hay que decir,
que es un estupendo amigo que no se pierde una invitación a acompañarnos a
estos líos, nos fuimos a cenar. La primera idea
era un pollo a la brasa estilo peruano pero acabamos cenando en un chino,
luego paseo hasta el metro, despida de J, y llegada al barrio.
El sábado comenzó tranquilo, un
poco de compra y comenzar a hacer la comida para la semana, y mientras esperaba
que regresase A, que tenía que trabajar, pase la tarde cocinando ya que en un
momento de despiste, se me pego todo el sofrito. Así que vuelta a empezar, cn
el consiguiente cabreo. Por la noche, una vez que ya llego A., nos dirigimos a
nuestro bar de cabecera, donde se presentaba la programación de conciertos de
jazz y blues de este trimestre con la participación de los artistas. Decir que
el concierto de presentación estuvo bien, incluso muy bien, pero el servicio se
le fue un poco de las manos, por no decir que fue un horror. Realmente si
esperas y tienes la sala llena, como lo
estaba, no puedes contratar unos camareros sin ningún tipo de experiencia ya
que por ahorrarte e l salario de un profesional, acabas perdiendo clientes, ¿lo
mejor? Que al terminar las actuaciones programadas, un espontaneo se decidió a
salir y os canto un par de canciones con su ukelele. Aclarar que el espontaneo,
era un chino grande que estaba cenando con un par de amigos chinos ellos
también, aún no se que canto ni en qué idioma pero se gano el aplauso del público.
Es curioso lo de este grupito de 3. No son los chinos del barrio de toda la
vida, sino que misteriosamente aparecieron en el bar como hace un mes y se han
convertido al igual que nosotros en habituales, porque no decirlo nos tienen
intrigados, quizás en el fondo es un microracismo ya que no estamos
acostumbrados a ver a chinos fuera de sus tiendas o restaurantes y aún nos extraña
verlos como clientes.
El domingo, nos levantamos tarde
y lo dedicamos por la mañana a la casa, empezar a bajar la ropa de invierno,
cambio en la cama, de la ligera colcha de verano al edredón de entretiempo,
lavadoras y demás actividades domingueras. Un ligero aperitivo con nuestras
cervezas caseras y luego para comer lomo
de atún rojo a la plancha con cebolla caramelizada y chutney de tomate verde, después
el café acompañado de un pisco de
ciruelas y un tequila reserva. Para
terminar el domingo viendo el partido del Madrid de baloncesto contra el muy correoso UCAM
Murcia .
Como veis no ha estado del todo
mal
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