POR AMOR AL ARTE
El pasado sábado, a las cuatro de la tarde llovía en Madrid. Llovía como si en algún remoto lugar del
planeta un hombre, mayor, de luenga barba y a decir de su dios de recto
proceder, estuviese construyendo un barco inmenso mientras reúne parejas de
animales. Pues bien a esas horas A. y yo
decidimos salir de casa para empezar nuestro
particular maratón. La verdad es que no había mucha gente a esas horas,
solo algunos grupos de jóvenes y los sempiternos abuelos, por la calle cosa bien lógica por otra parte.
Pero pertrechados con buen ánimo y un par de paraguas, comenzamos nuestro
viaje.
Los autobuses se nos dieron más que bien y a las cinco menos
veinte estábamos en la puerta de LTBC. Como era un poco temprano, nos dirigimos
a uno de los bares que solemos frecuentar por la zona y que pilla cerca para hacer
tiempo y tomar algo que ayude a entonar un poco el cuerpo, A. Se pidió un té
verde, yo uno solo con hielo. A las cinco hacíamos nuestra entrada por el portón
de la tabacalera. En el patio central se hacían los últimos preparativos del
concierto que habría por la noche y que nos enteraríamos después acabo como el
rosario de la aurora, aunque esa es otra historia. Sí mientras veíamos los
nuevos grafitis que decoran los muros, nos dirigimos hacia donde esta el cine estudio
en el que se iba a presentar el libro “colonidad
en el wallmapu” . Vale, lo reconozco, dicho de este modo el título del libro no
nos dice nada. Colonidad es la versión ampliada o 2.0 como se dice ahora del
concepto de colonización y el wallmapu es como llaman a su territorio histórico
los mapuches. Así el libro trata como los mapuches han luchado y luchan contra
los intentos del gobierno chileno de imponerles una lengua y una cultura extraña.
De cómo por medio de las escuelas y la religión, se intenta imponer una visión
del mundo, unas ideas una cosmovisión que no les son ajenas.
Todas las historias o ensayos que componen el libro están escritas
por mapuches y dos de ellas están escritas en mapuche traducidos posteriormente
al castellano. Mapuche igualmente es el editor de libro que fue uno de los
presentadores de libro, un hombre grande, de charla agradable y muy franco. Mapuche
era otra de las presentadoras del libro, estudiante universitaria, que está haciendo
un master aquí en Madrid y que nos conto su historia personal. De cómo su
abuelo, fue arrancado de una comunidad y trasplantado a la ciudad, donde perdió
su lengua y sus raíces y como ella ha ido redescubriendo esas raíces, su
cultura y sus ancestros.
Sin darnos tiempo a despedirnos de los amigos que estaban
entre el público, nos dirigimos a la cercana NAVE73, donde nos reunimos con G.
y su amiga R. para ver la obra de teatro para ver la obra “Constelaciones
Familiares”. Como no podía ser de otra forma trata sobre una famila con
problemas de relaciones entre los miembros de la misma. Realmente no me pareció
una gran obra; el guion pese a querer ir
de moderno y rompedor me pareció antiguo y caduco, la puesta en escena bastante
convencional, los actores salvo dos excepciones me parecieron o sobreactuados o
totalmente prescindibles, con diálogos atropellados, donde se recitan los
textos creando una sensación de teatro dentro del teatro que a mí me hace no
creerme nada delo que estoy viendo. Las excepciones son el personaje de la
madre cocainómana y actriz frustrada, y a
A. la hja de G. que interpreta a una de las hijas, la mística. Por lo menos no
se hace pesada.
Y sin poder ni siquiera tomar una caña con los actores, salimos
hacia plaza de España, donde habíamos quedado con J “el africano” ya que teníamos
entrada para un concierto en el Tempo club. ¿No se si conocéis el sitio?. Esta al
principio de la calle Duque de Osuna cerca del cuartel de conde duque y es un
local en el que parece que en cualquier momento va a entrar Jose Luis Lopez
Vazquez en una película de los sesenta o setenta. Sillones en forma de Huevo,
pareces decoradas con círculos blancos, lámparas de lava, skay rojo en las
sillas pero que tiene una programación musical más que curiosa, sobre todo de
jazz y r&b. Tras implorar un poco al portero ya que R, No tenia entrada y conseguir
que la dejase pagar bajamos al sótano del local, donde está la sala de
conciertos y primera sorpresa estaba abarrotada, literalmente y tal como nos había
dicho el portero, no cabía un alfiler. El concierto del sábado lo ofrecía un
grupo que se llama “WATCH OUT” un grupo que hace street funky y son del
madrileño barrio de latina, aunque el cantante está claro que no es de estos
lares. Su acento le delataba. ¿El grupo? Realmente muy buenos, nos hicieron
pasar un rato divertido y ameno. No versionaron a nadie, sino que todo el
concierto fueron composiciones propias. Idóneos para pasar un rato divertido y
bailongo. La verdad ya era hora, porque llevábamos
una racha de ir a conciertos de grupos que no conocíamos y que resultaban un
fiasco que empezaba a ser preocupante
El concierto acabo a las 2:30 de la madrugada, en plaza de España
hacia un frio que pelaba asi que sin más y tras despedirnos y sin ni siquiera
plantearnos ir a tomar una copa, nos fuimos a cosa
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