SABINA

Os reconozco que no había querido leer las crónicas del concierto del día anterior para no contaminarme, para ir sin una idea predestinada y libre de prejuicios y creo que fue un acierto. El concierto duro cerca de dos horas, pero hay que decir que Sabina es consciente de que ya no puede dar un concierto de esa longitud y por ello se apoya mucho en el grupo que le acompaña y en los espectadores que tararean y cantan todas sus canciones ya sean estas las de sus último disco o sus clásicos de siempre.

No veía a Sabina desde un concierto que junto a Serrat dio en su Úbeda natal hace ya unos años y desde entonces de todos es sabido lo acontecido con nuestro crooner castizo, aunque siendo  sincero me niego a utilizar esa palabra. Más bien creo que Sabina es nuestra Chávela Vargas de Chamberí con su voz rota, cascada, profunda, única e inconfundible. 

El concierto comenzó tranquilo quizás algo frio pero fue creciendo, al igual que el propio Sabina que fue encontrándose cada vez más a gusto en el escenario para terminar sacando un vozarrón y con todo el público de pie y totalmente entregado. No se cuantos años más de conciertos le quedara a sabina, su deterioro tanto físico como vocal es evidente pero el de ayer fue un gran concierto

Comentar que uno de los cantantes en los que se apoyo fe en  Leiva el cantante de Pereza que canto a dúo un par de canción.

Un comentario sobre el público, entregado, fiel, mucho bombín y poca gente menos de 30 años, y mucha por encima de los 40, que empezaron -empezamos- sentados y terminamos de pie bailando en nuestro sitios

para acabar  decir que el palacio de los deportes de la comunidad, como se llame ahora, es un recinto ideal para ver partidos de baloncesto pero no es un sitio donde su sonido sea el apropiado para un concierto.